Es un recorrido que une tecnología, arte y moda. Esta colección se centra en la unión y mezcla de volumen, proporciones, movimiento y juego de color. El recinto de Sant Pau ha sido el encargado de acoger este recorrido que une lo real y lo virtual en una misma actividad y experiencia.  

 El color principal de esta experiencia es el naranja, como queda claramente expresado. Este color sirve de punto de anclaje entre el mundo virtual y el real durante el recorrido.  

Tras cruzar una cortina naranja aparece la primera sala, una sala de estética inquietante, iluminada de color naranja y con un humo blanquecino suspendido en el ambiente. Dentro de esta, los visitantes se sientan en los taburetes, junto con unas gafas de realidad virtual, observan la pantalla para empezar esta experiencia inmersiva. 

Después de esta sala, los visitantes caminan sobre una alfombra naranja para acceder a la siguiente, donde se encuentran con un plasma que proyecta a unos personajes con ropa de la colección. 

La última sala hace realidad la anterior, plasmando los cuerpos de realidad virtual a maniquíes suspendidos en el aire con la ropa idéntica a los anteriores.  

Todo este recorrido termina en un túnel de salida con cuerpos desnudos en la impresión de las dos paredes modulares.